B-Safe ha realizado un estudio sobre cardioprotección hotelera en el que se muestra que el 71% de los hoteles españoles no tienen desfibrilador en sus instalaciones, muy lejos de lo que ocurre en otros países como EEUU y Japón.
El informe se ha realizado mediante una muestra entre 600 hoteles de las 12 principales capitales de España.De todos los establecimientos encuestados, tan sólo un 29% dispone de un desfibrilador y el 12% del personal encuestado desconocía si su hotel poseía uno o no.
El 90% tiene conocimiento de qué es un desfibrilador pero un 39% desconoce qué es la cardioprotección. Por otra parte, el 59% de los encuestados consideran que tener cardioprotección en su establecimiento mejoraría la percepción del cliente, frente al 12% que considera que no influye. De los establecimientos que no cuentan con un desfibrilador en sus instalaciones, sólo un 4% tiene previsto instalarlo a corto y medio plazo.
El informe revela que un 8% de los hoteles ha vivido un episodio cardíaco de gravedad y en cuanto al tiempo de reacción ante ello, un 75% opina que 5 minutos máximo, un 20% 10 minutos, un 5% 15 minutos y un 2% hasta media hora.
La realidad es que disponemos de máximo 4 o 5 minutos para reaccionar, porque por cada minuto que pasa disminuye en un 10% las posibilidades de sobrevvivir al episodio cardíaco. Si se dispone de un desfibrilador, las posibilidades de supervivencia aumentan a un 90%.
La cardioprotección es algo importante y de lo que hay que concienciarse, en España mueren más de 30.000 personas al año por muerte súbita y sólo hay dos desfibriladores por cada 10.000 habitantes, algo que otros países como Francia se sitúa en 15 desfibriladores por cada 10.000 personas.