La Catedral de Toledo cuenta con un desfibrilador DOC en la sacristía, una iniciativa de la archiodiócesis de Toledo para cardioproteger a vistantes, religiosos y personas de las inmediaciones.
Por la catedral pasan unos 900.000 turistas al año, además de los religiosos que asisten a los actos celebrados en la misma. El desfibrilador DOC instalado permitirá una rápida intervención en caso de parada cardíaca tanto dentro de la catedral como en las inmediaciones.
Es importante destacar que el uso de un desfibrilador en estas situaciones supone un 90% más de probabilidades de sobrevivir en los primeros 5 minutos. En España se producen alrededor de 100 fallecimientos diarios por parada cardíaca, cifras que podrían disminuir con la formación en RCP y la implantación de desfibriladores en lugares con gran afluencia de gente.