- Aprender masaje cardiaco ayudaría a salvar 100.000 vidas al año en Europa
- En España, apenas el 12% de ciudadanos conoce las técnicas de reanimación
- La colocación estratégica de desfibriladores evitaría el 50% de muertes
Cada año, unas 350.000 personas en Europa sufre una parada cardiaca fuera del hospital; apenas una de cada 10 sobrevive. El Consejo Europeo de Resucitación Cardiaca (ERC, según sus siglas en inglés) calcula que enseñar las técnicas de resucitación cardiaca a la población podría ayudar a salvar cada año unas 100.000 vidas en el continente.
El próximo 16 de octubre se celebrará por primera vez en Europa un día dedicado a la RCP, la reanimación cardiopulmonar, con el nombre de 'Restart a Heart' (reinicia un corazón). En esa fecha, miembros del Europarlamento y escolares de todos los países miembros aprenderán qué hacer en caso de asistir a una parada cardiaca.
Se calcula que estas técnicas multiplican por dos o tres las posibilidades de supervivencia de una víctima de parada cardiaca en la calle; sin embargo, en la actualidad, sólo una de cada cinco afectados tiene la suerte de toparse con algún viandante que conoce los secretos de la reanimación cardiaca.
De hecho, el Consejo Europeo de Resucitación Cardiaca, admite que las tasas de conocimiento de esta técnica entre la población general son muy dispares en todo el continente. Y España no figura precisamente en un buen lugar, frente a nuestros vecinos nórdicos, donde casi el 60% de la población sabe actuar en una situación así, en España apenas el 12% de ciudadanos tiene algún conocimiento de RCP.
"Si pudiésemos mejorar esta situación, calculamos que se podrían salvar 100.000 vidas al año en Europa", señala en una nota de prensa Maaret Castren, directora de este organismo europeo e investigadora del Instituto Karolinska de Suecia. "Estamos convencidos de que con un adecuado entrenamiento de la población, y la colocación de más desfibriladores en lugares estratégicos, se podrían prevenir el 50% de muertes por paro cardiaco", añade.
Esas 350.000 muertes anuales en Europa son 12,5 veces más que las 28.000 víctimas al año que causan los accidentes de tráfico; y sin embargo, la inversión en prevención y la atención mediática al problema es muy inferior, denuncia este organismo.