Cada año se producen en España 24.000 paradas cardíacas repentinas, y sólo uno de cada veinte sobrevive cuando se produce fuera de un hospital. Saber actuar ante un paro cardíaco y hacerlo rápido es vital. Por eso la campaña 'Date una segunda oportunidad' pide, en contra de lo ocurre ahora, una norma comun que permita el uso de los desfibriladores.
Si está a punto de sufrir una parada cardiaca y va en un autobús de línea depende que comunidad esté atravesando podrán utilizar o no el desfibrilador. Su uso varía en cada territorio.
Por ejemplo si el trayecto es Barcelona-Valencia. En Cataluña, al igual que en Baleares, la ley permite que cualquiera pueda usarlo en caso de que la persona que está formada para ello esté ausente. En Valencia lo usará el que haya tenido una formación de 12 horas. En la mayor parte de comunidades son ocho horas y en algunas piden el Graduado Escolar.
Con la campaña 'Date una segunda oportunidad' se pide a las comunidades que lleguen a un acuerdo común. Porque tras una parada, realizar una reanimación precoz sin esperar al personal especializado, puede salvar vidas.
Piden que como en otros países se apueste por la ley del Buen Samaritano, con ella se exime de cualquier problema legal al ciudadano que voluntariamente realiza una reanimación. A diferencia del infarto, en la parada cardiaca, se pierde.