La cardioprotección es una tendencia en crecimiento en todos los sectores de la sociedad. La capacitación en reanimación cardiopulmonar (RCP) y en el uso de los desfibriladores permiten que cualquier persona pueda salvar una vida en caso de emergencia, así que las formaciones que se llevan a cabo contribuyen a difundir la importancia de este movimiento. El pasado 20 de septiembre el Colegio de Médicos de Navarra albergó una sesión en la que los asistentes recibieron unos conocimientos esenciales para reanimar el pulso cardíaco de un corazón.
El taller fue impartido por B+Safe (Grupo Almas Industries), especialistas en cardioprotección y en instruir a quien lo precise en RCP. Las decenas de participantes atendieron a un curso con parte de teoría y parte de práctica para conocer todos los detalles necesarios para intervenir con éxito si su ayuda fuese necesaria. En el Colegio de Médicos de Navarra se dieron cita Javier Maeztu, responsable de la zona norte de B+Safe; y Juan Carlos Soleto, enfermero e instructor en estas prácticas que salvan vidas, que también tienen su reflejo en los niños, quienes también pueden ser víctimas de paros cardíacos. Tras un repaso a las funciones de los desfibriladores en busca de destacar su importancia y su uso sencillo, Soleto presentó un taller ilustrativo de cómo utilizar uno de estos dispositivos.
El Desfibrilador Operacional Conectado (DOC) es una solución patentada por B+Safe que, tal y como se expresó en esta sesión celebrada en la ciudad de Pamplona, es especialmente útil en el proceso de salvar vidas. "Gracias a su geolocalización y tele-asistencia es más fácil que los servicios de emergencias acudan al lugar de la emergencia mientras nosotros, con el apoyo del desfibrilador, hacemos la primera intervención para reanimar al afectado", explicó el formador Juan Carlos Sotelo. Una de las consignas para fomentar la cardioprotección es familiarizar a la ciudadanía con los desfibriladores en los espacios públicos para facilitar la reacción eficiente.
"El Colegio de Médicos de Navarra es un lugar idóneo para impartir un taller de estas características y demostrar que la capacitación en RCP y en el uso de los desfibriladores está al alcance de cualquiera que se decida a aprender", explica Maeztu. "Tenemos que ser conscientes de que una vida se puede salvar con nuestras propias manos si disponemos de la formación necesaria y hay un desfibrilador cerca", añade, ya que en el proceso de la cardioprotección toda la sociedad puede formar parte en busca de una cultura que facilite salvar vidas en caso de parada cardíaca.