A partir de hoy entra en vigor la nueva normativa europea en material de privacidad, el Reglamento General de Protección de Datos, conocido por sus siglas RGPD y de obligado cumplimiento. Muchas empresas e instituciones ya se han aplicado a la nueva normativa, pero siguen surgiendo dudas en torno a la protección de datos de clientes, empleados y suscriptores. La biometría es una de las soluciones por las que optar para proteger estos datos confidenciales y tener controlado el acceso a la información.
El nuevo RGPD exige que los usuarios den consentimiento explícito y verificable para el uso, tratamiento y almacenamiento de sus datos, especificando también el tiempo de uso. Con esta normativa lo que se pretende es lograr mayor seguridad en la protección de nuestros datos personales, por eso muchos usuarios están recibiendo emails por parte de las entidades para reafirmar el tratamiento de sus datos de acuerdo a la nueva normativa.
Otro de los puntos más importantes es que las empresas deben garantizar la seguridad de los datos registrados y/o guardados y asignar a alguien responsable de ello, con libertad para escoger las medidas de seguridad que consideren más oportunas. En este aspecto, la biometría es un gran aliado en la protección de salas de archivo de datos y documentos, despachos, servidores, etc. con la garantía de que sólo las personas autorizadas puedan manipular la documentación.
En cuanto al registro de datos biométricos, los lectores de Almas Industries B+Safe tienen sistemas informáticos de cifrado de datos y almacenamiento privado, mediante el cual sólo la persona responsable podrán acceder al software. Estos programas, además realizan un registro de la activad diaria y con ellos podemos controlar quién ha entrado o salido en las salas que contienen información y datos.