El Gobierno navarro regula desde el pasado lunes 18 de febrero, el uso e instalación de desfibriladores en su territoriol. La nueva normativa establece la obligatoriedad de que determinados espacios como centros educativos, grandes empresas y espacios públicos concurridos, cuenten con al menos un desfibrilador en sus instalaciones y que sea visible para el público.
En concreto, el DECRETO FORAL 6/2019 de 30 de enero regula la cardioprotección de los siguientes espacios:
espacios cardioprotegidos según la normativa de la Comunida de Navarra
Los desfibriladores tiene que estar en lugares acceibles para la afluencia del público, además de estar señalizados con la cartelería correspondiente indicando su ubicación y informando del espacio como zona cardioprotegida. El decreto de la comunidad autónoma apunta que también deben indicarse las normas de uso del desfibrilador en todas las lenguas oficiales de la Comunidad a criterio del responsable de la instalación. Este mismo será el responsable de su correcto uso y mantenimiento. Desde B+SAFE ALMAS INDUSTRIES ofrecemos un matenimiento 'full-service' del Desfibrilador DOC. Cada una de las instalaciones cuenta con la formación del personal correspondiente de acuerdo a la normativa de la Comunidad, así como revisiones del dispositivo insitu de manera proactiva y reactiva.
El desfibirlador DOC es el único conectado las 24h, con servicio de tele-control, tele-asistencia por personal de emergencia, llamada a 112 / 061 y servicio GPRS que permite geolocalizar el desfibrilador, así como a la vícitima.
Cabe recordar que el desfibrilador es un elemento clave en el proceso de recuperación frente a una parada cardiorespiratoria. Cuando sufrimos una emergencia de este tipo, el ritmo cardíaco se ve alterado y la descarga eléctrica que proporciona el dispositivo, junto a la práctica de la RCP, aumenta exponencialmente las posibilidades de supervivencia de la víctima.
La formación en RCP-SVB y uso del desfibrilador
El nuevo decreto también destaca la importancia de la formación en las figuras denominadas ‘primeras personas intervinientes’, entendido como aquellas personas que de la administración pública que tienen más probabilidad de atender a la víctima de manera más inmediata, como son Guardia Civil, Policía Local, Policía Foral, Servicio de Bomberos, entre otros. Quieres cada dos años deberán renovar la formación con un curso de dos horas de duración sobre utilización del desfibrilador y las maniobras de reanimación.