La playa de Castelldefels han incorporado este verano cardioprotección, gracias a la instalación de desfibriladores en los 13 chiringuitos de la costa de esta localidad barcelonesa.
B+Safe ha sido la empresa encargada de instalar los desfibriladores en los chiringuitos, garantizando un funcionamiento óptimo y estar preparados para actuar ante posibles paradas cardíacas en la playa.
La iniciativa se ha llevado gracias al fomento de la cardioprotección en lugares públicos por parte del Ayuntamiento de Castelldefels, y gracias a la gran acogida por parte de los responsables y trabajdores de estos 13 chiringuitos, quienes además han sido formados en técnicas de Reanimación Cardiorespiratoria (RCP) y uso del Desfibrilador Externo Semiautomático (DESA) por parte de B+Safe.
Por otro lado, a través de Proyecto+Vida, se repartirá durante lo que queda de temporada estival folletos que muestran el protocolo a seguir en caso de encontrarnos con una parada cardíaca, traducido en varios idiomas para que puedan ser entendidos por turistas nacionales e internacionales.
El pasado año se registraron 414 fallecimientos por ahogamiento en las costas españolas, según datos del Informe Nacional de Ahogamientos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Según afirma la institución, en el mes de julio de 2015 fue el más trágico, e instan a las Administraciones Públicas a tomar medidas de seguridad para reducir las cifras.
La instalación de desfibriladores en diversos puntos de las playas es una medida que puede hacer que esas cifras disminuyan, ya que en caso de parada cardíaca, la aplicación del DESA en los primeros minutos supone el incremento de hasta un 90% de las posibilidades de supervivencia.