La industria alimentaria ha tenido que adoptar nuevas medidas de seguridad para preservar la salud de sus empleados para hacer frente al Covid-19, considerados como ‘servicios esenciales’, su actividad no ha sido interrumpida y ha puesto de manifiesto la importancia que ocupa el sector de la alimentación en la sociedad.
La seguridad en la cadena de producción de la industria alimentaria.
La industria alimentaria española ocupa el 5º puesto en valor de cifra de negocios (8,7%), por detrás de Francia y Alemania en la Unión Europea. Además representa el 2,5% del PIB en España, con más de 31.342 empresas. Teniendo en cuenta estas cifras, es evidente que la respuesta de la industria alimentaria frente a la crisis del coronavirus es vital para retomar la normalidad en la economía de nuestro país.
Por ello, el sector ha tenido que responder con rapidez y adoptar medidas de seguridad que impidiesen el contagio por coronavirus entre sus trabajadores y evitar su baja por cuarentena o la suspensión de parte de su actividad, lo que afectaría al proceso de producción.
Según los expertos, algunas empresas dedicadas a la industria alimentaria como las cárnicas, son espacios especialmente sensibles a la aparición de brotes por coronavirus. En ellos se reúnen factores como un volumen elevado de trabajadores en un mismo espacio y sin demasiada distancia, temperaturas bajas para la conservación de los alimentos y ruidos provocados por la maquinaria, lo que hace elevar la voz de los empleados para comunicarse y por lo tanto emitir ‘gotitas’ a mayor distancia.
Esto hace que las empresas trabajen bajo estrictos protocolos y medidas de prevención e higiene, con el objetivo de garantizar la seguridad y la salud de sus empleados; y asegurar que la calidad, la producción y la distribución de sus productos, no se vean afectadas, siguiendo siempre todas las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Soluciones para la detección de fiebre.
De acuerdo al decreto publicado por el Gobierno que regula la actividad de las empresas en este contexto de pandemia, es obligación de las mismas adoptar todas las medidas necesarias para preservar la salud de los empleados en el puesto de trabajo, así como comunicar a las autoridades sanitarias la detección de posibles contagios.
Para cumplir con dicha normativa, una de las medidas más comunes han sido las soluciones de detección de fiebre, siendo este uno de los síntomas más comunes en la gente que padece el virus. Entre las sistemas de medición de temperatura a personas, encontramos cámaras termográficas y otras nuevas soluciones que han surgido a raíz del auge de estos dispositivos.
La cámara termográfica miden la temperatura de la escena que en ese momento está captando, traduciendo estos datos en una imagen de colores donde normalmente los colores rojizos representan las temperaturas más elevadas y los azules las más frías. En este caso, para que la cámara detecte la temperatura de la persona de manera autónoma, se le integra un sistema de face recognition o reconocimiento facial, que detecta los rostros de las personas y de ese modo nos indican la temperatura exacta en tiempo real.
Este tipo de cámaras termográficas pueden ser fijas o portátiles, en función de las características de la empresa, conviene optar por una u otra opción. Por ejemplo, las fijas se colocan en el techo de entradas y salidas y tienen un amplio ángulo de detección, incluso algunos modelos detectan la temperatura de varias personas a la vez evitando aglomeraciones. En este caso, sería la opción idónea para industrias donde la entrada a las zonas de producción ocupa una gran área y la entrada/salida de los empleados no es individual, si no en grupo. Otra de las ventajas de este modelo es que trabajan de manera autónoma, sin necesidad de que un vigilante o personal extra controle las lecturas de temperatura.
Las cámaras termográficas fijas, tiene un menor coste y son más fáciles de instalar. También pueden trabajar de manera autónoma y sus registros quedan grabados en una memoria microSD, sin embargo no pueden hacer lecturas de más de una persona a la vez y la velocidad de detección es algo más lenta que las fijas.
Control de temperatura en los accesos.
Las entradas y salidas a los centro de trabajo se han convertido en los nuevos puntos de control de salud. El mejor sistema para evitar la propagación del virus es controlar la salud de todas las personas antes de que entren en contacto con las instalaciones y los otros trabajadores.
En este sentido, los responsables de PRL y seguridad han optado por instalar controles de acceso con nuevas prestaciones como la medición de temperatura y la detección de mascarilla, en caso de que algún empleado no cumpla con alguna de las medidas implantada por la empresa, se le denegará el paso.
- Control de acceso por reconocimiento facial: Este tipo de soluciones permite acceder a los empleados mediante el reconocimiento de su rostros, de este modo se evita todo tipo de contactos con superficies lo que reduce el riesgo de contagio. Además, el sistema lleva integrado un medidor de temperatura, en menos de un segundo reconoce el rostro del trabajador, indica su temperatura y detecta si lleva o no mascarilla. Si el control de accesos está conectado a una cerradura o tornos, estos pueden bloquearse si la persona no lleva la mascarilla o bien supera la temperatura.
- Medición de temperatura en la muñeca. Otros sistemas más sencillo, pero igual de efectivos, se limitan a medir la temperatura en zonas como la muñeca o la frente, a través de un sensor que muestra la temperatura en pantalla. Esta solución también puede conectarse a portones o tornos a través de una salid de relé.