La Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) ha llegado a un acuerdo con B+SAFE, líder europeo en cardioprotección, y Philips Ibérica para cardioproteger las instalaciones deportivas y equipos de fútbol de la Comunidad Valenciana.
El acuerdo contempla la instalación de 130 desfibriladores Philips y la formación en el uso de los desfibriladores y en Resucitación Cardio Pulmonar y Soporte Vital Básico (RCP/SVB), del personal en cada centro. Asimismo, el acuerdo impulsarán acciones de sensibilización sobre la importancia del cuidado del corazón y de fomento del deporte y un estilo de vida saludable, tanto entre los usuarios de estos centros como en el conjunto de la sociedad.
La firma del acuerdo se ha formalizado hoy en un acto celebrado en la Sede de la Federación Valenciana de Fútbol en el que participaron Salvador Gomar, Presidente de la FFCV, Nuño Azcona, Director General de B+SAFE y Miguel Ángel Sánchez, MA&TC de Philips.
Tras la firma, Salvador Gomar destacó la importancia y alcance de la iniciativa “el esfuerzo que se realiza con la práctica deportiva en contadas ocasiones puede desencadenar en un infarto o una parada cardíaca, además de las que puedan darse por caídas o golpes o a los espectadores de nuestras competiciones, es por ello que hemos querido dotar nuestras instalaciones con desfibriladores y formar en primeros auxilios y masaje cardíaco al personal que trabaja en ellas. Gracias a esta acción estaremos preparados para poder reaccionar en caso de emergencia cardíaca”. Por su parte, Nuño Azcona, CEO de B+SAFE calificó la iniciática como ambiciosa y modélica, “es una iniciativa única con la que la FFCV está demostrando una enorme sensibilidad y compromiso con el cuidado de la salud de los deportistas y gracias a ella se salvaran muchas vidas”.
Finalmente, Miguel Ángel Sánchez manifestó su satisfacción por participar en esta iniciativa “nuestra misión es desarrollar equipos avanzados tecnológicamente, fiables y funcionales, pero este acuerdo supone mucho más y nos anima a seguir avanzado”.
Espacios cardioprotegidos conectados
La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos.
Estas zonas cuentan con, al menos, un desfibrilador, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco repentino (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.
Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es de un máximo de 5 minutos.
Hay identificados cuatro pasos críticos para tratar el paro cardíaco repentino, denominados
Cadena de Supervivencia:
1. Reconocimiento y llamada al servicio de emergencia.
2. Una rápida resucitación cardiopulmonar (RCP).
3. Desfibrilación temprana.
4. SVA y cuidados post-resucitación